En 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires, los días transcurren con la calma horizontal de los pueblos. Allí nació Laura Ganado. A los 17 años hizo lo que hacen quienes saben que su vida está en otro lado: se subió a un micro y llegó a La Plata con una decisión que jamás dudó: ser artista. La ciudad la recibió con aroma a tilos y arcilla húmeda. En Bellas Artes aprendió a amasar el barro, a escuchar el horno, a comprender que el arte también es una forma de paciencia.

Un tiempo después, una noche cualquiera entre; amigas, risas, vino, internet abierto, se torció su destino. “Estábamos googleando becas, a ver si existía la posibilidad real de viajar a México para trabajar mi tesis sobre Frida Kahlo. Y de pronto apareció la convocatoria”, dice. Se postuló. La rechazaron. Volvió a intentarl

See Full Page