Redacción/Sol Yucatán
Progreso, Yucatán.- La desaparición de un niño de ocho años en la zona costera encendió las alarmas este fin de semana. Su madre denunció que el menor salió de su vivienda cerca del mediodía “para ir al baño de la abuela”, pero nunca regresó, lo que motivó un operativo inmediato de la SSP.
Horas después, y tras un rastreo por calles y terrenos invadidos donde reside la familia, el pequeño fue localizado en casa de una tía en el puerto. Al verlo, el niño no dudó en explicar por qué se había marchado: “No quiero regresar, me pegan con manguera”, declaró tanto a su pariente como a los agentes.
Detrás de la presunta desaparición se ocultaba algo más grave: miedo, golpes y un niño que, cansado del dolor, tomó la decisión de huir solo. Según los primeros reportes, e

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