En las profundidades oceánicas de todo el planeta, una silenciosa y minúscula fuerza de trabajo se está multiplicando. Son bacterias marinas con enzimas capaces de descomponer el plástico , un fenómeno cuya evolución parece haber sido moldeada por la inundación de desechos sintéticos que la humanidad ha arrojado al mar.
Un estudio internacional, liderado por investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología King Abdullah, revela que estos recicladores microbianos no solo están ampliamente distribuidos, sino que están preparados genéticamente para descomponer el tereftalato de polietileno (PET), el polímero duradero que se encuentra en botellas de bebidas y textiles.
La clave de su capacidad reside en una especie de sello estructural en la enzima hidrolasa, conocida como PET

El Periódico de Aragón

Foreign Policy
Raw Story
RadarOnline
Akron Beacon Journal Sports
Nola Sports
The Conversation
WIRED