Creo que nos equivocamos con lo de las señas de identidad; o, más bien, que nos venimos arriba, nos ponemos extraordinarios, tan arriba que desde abajo nos cuesta trabajo verlo. Cuando nos repiten que somos hijosdalgo de armas tomar y solar conocido no nos acabamos de ver representados en esa otra realidad de que nadie nos hace ni puto caso, que podemos estar una semana sin luz y se resuelve en media columna de un periódico que se digna hacernos caso; que no tenemos teléfono y no falta el simpático que remate con el «ni falta que les hace», recurriendo a la media verdad de lo felices que estamos incomunicados... Que la carretera que nos prometieron en las anteriores elecciones queda para las siguientes. Sinceramente, nos parecen mayor seña de identidad las puertas abiertas simplemente con
Las otras señas de identidad
La Nueva Crónica1 hrs ago123


Raw Story
AlterNet
Courier Post Sports
ABC 7 Chicago Sports
The Conversation
The Fashion Spot
The Daily Beast
WIRED