El Gobierno se encamina a cerrar la letra chica de las reformas estructurales que tratará en sesiones extraordinarias en medio de tensiones con la Confederación General del Trabajo (CGT), que no mostró buena predisposición a aceptar la propuesta del presidente Javier Milei para el proyecto de modernización laboral.

El secretario general de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), Gerardo Martínez, estuvo en la Casa Rosada el miércoles en el marco de una reunión del Consejo de Mayo y visitó la oficina del asesor presidencial, Santiago Caputo, pero reclamó una convocatoria formal del Gobierno con la CGT para acordar los pormenores de la reforma.

Desde el Gobierno siempre sostuvieron que su pretensión era que el proyecto tenga acuerdo de los gremios, de manera t

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