, pero que al menos pone freno a la caída: tres partidos sin ganar habían obligado al grupo a mirarse por dentro. El abrazo entre Xabi Alonso y Vinicius a l final del encuentro no formó parte del guion habitual; fue el gesto espontáneo de quien, después de mucho ruido, encuentra una rendija por la que respirar. El entrenador lo resumió con una claridad pragmática: “Primero, quiero valorar lo más importante, los tres puntos; vitales no sólo por la clasificación, sino por romper la dinámica de tres partidos sin ganar. Porque no estábamos con buena sensación ”.
Esa mala sensación venía de atrás y se extendió durante un partido que lo tuvo absolutamente todo. El Madrid recibió un gol pronto, en el minuto 8: “Nos ponemos 1-0, pero hemos tenido tranquilidad, confianza y madurez para no vol

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