Contra el realismo que convierte la injusticia en trámite

Digámoslo sin rodeos: lo que se presenta como un “plan de paz” para Ucrania no es un plan ni es paz. Es un intento de imponer un cierre administrativo a un crimen en curso. Un gesto de comodidad estratégica disfrazado de diplomacia.

La propuesta del presidente de los Estados Unidos revela un mal más profundo que la miopía; revela una renuncia. Una renuncia a la idea de que los derechos valen más que la conveniencia. Y cuando una potencia decide que la justicia es opcional, el mundo entero queda expuesto.

En lo ideológico, este enfoque convierte la soberanía en una ficha de trueque. No se trata de reparar una agresión, sino de administrar sus consecuencias. Se normaliza que el territorio pueda negociarse como si fuera mercancía.

See Full Page