El primer triunfo del Real Madrid en Grecia se produjo con una mezcla de brillantez ofensiva y dudas defensivas. El equipo logró un 3-4 frente a Olympiacos en el Estadio Georgios Karaiskakis, un partido histórico que dejó cuatro goles de Kylian Mbappé y una actuación estelar de Vinícius, pero también expuso una fragilidad preocupante en la zaga.

Un Madrid presionado que necesitaba reaccionar

El conjunto blanco llegó al encuentro con una situación que exigía una respuesta inmediata. Tras tres malos resultados, la presión sobre el vestuario había aumentado, aunque el respaldo público de su entrenador dio margen para una nueva oportunidad.

Xabi Alonso apostó por seis cambios en el once titular en busca de un golpe de timón. Lunin regresó a la portería por primera vez desde mayo, mientras

See Full Page