El síndrome del incentivo perdido: la renuncia a la plenitud, por Rafael A. Sanabria M.

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La expresión juvenil, concisa y lapidaria, «¿Cuántos puntos vale eso y yo lo hago? Si no, ¿para qué hacer tal actividad?», trasciende la mera crítica al sistema educativo. Es, en esencia, una profunda renuncia individual a la autonomía intelectual y un síntoma de la crisis de propósito que afecta a una generación entera.

El joven que emplea esta frase como filtro para cada actividad académica no está desafiando al profesor; está, de manera inconsciente, hipotecando su futuro al condicionar su esfuerzo únicamente a la existencia de una recompensa externa cuantificable. Esto va mucho más allá de la pereza, del agotamiento o del cinismo adolescente; es la adopción de un model

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