La sociedad moderna pasa por una intensa renovación de espiritualidad y una angustiosa búsqueda de lo trascendente. Hay evidencias claras en diversos ámbitos, especialmente en la cultura y el consumo contemporáneos.

Uno de estos casos es el éxito global de la producción ‘ Lux ’ de Rosalía que ha propiciado una álgida conversación social sobre el peso de lo religioso en la vida contemporánea: sobre la ‘post-religión’ o sobre la fe como bien comercial y de consumo; sobre el ‘blanqueamiento’ del catolicismo premoderno y de sus viejas instituciones que ejercieron facultades más allá de la regulación moralizante; sobre la auténtica “sed interior” que experimentan hombres y mujeres actuales; sobre el valor intrínseco –personal y comunitario– de las expresiones rituales y simbólicas de la fe,

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