Durante décadas, la imagen de la Amazonía como una región incapaz de preservar su historia dominó la perspectiva científica. Todo parecía indicar que aquel ambiente húmedo, dinámico y biológicamente activo no podía guardar registros fósiles de dinosaurios durante millones de años.

Sin embargo, un equipo de investigadores de la Universidad Federal de Roraima (UFRR) comprobó que esa percepción no representaba toda la verdad. Lo que ocurrió en la cuenca del Tacutu abrió un vacío nuevo en la línea de tiempo sudamericana.

Las huellas se identificaron en el municipio de Bonfim, en el extremo norte de Brasil, cerca de la frontera con Guyana . Eran más de diez marcaciones en una secuencia de rocas que pertenecían al Jurásico-Cretácico. Tenían más de 103 millones de años y ofrecían

See Full Page