C ANCÚN, MX.- La posible creación de un nuevo derecho estatal para turistas extranjeros, incluido en el proyecto de Ley de Ingresos 2026, encendió alertas entre prestadores de servicios, operadores turísticos y pequeños empresarios, quienes advierten afectaciones a la competitividad del destino y a la experiencia del visitante.

La propuesta sustituiría el cobro de 525 pesos realizado actualmente en las terminales aéreas, pero plantea que hoteles, restaurantes, clubes de playa, transportistas, arrendadoras de autos y servicios de tours se conviertan en recaudadores directos del VISITAX.

Para quienes integran el sector turístico, el cambio no es un mero trámite administrativo, implicaría modificar procesos internos, capacitar personal, dar explicaciones a visitantes y asumir posibles conflictos o incomodidades en pleno servicio.

Pequeños hoteleros en Cancún consideran que el ajuste llega en un momento complejo.
Aseguran que el turista ya percibe altos costos y que obligar a los negocios a cobrar directamente podría dañar la relación con el cliente.

“Muchos vienen con presupuestos justos. Esto nos pondría a nosotros a justificar cobros que no controlamos”, dijo el administrador de un hotel boutique en la zona centro.

En Playa del Carmen, restauranteros señalan que sus empleados no están preparados para responder preguntas sobre impuestos estatales.

Guías turísticos alertan que la medida retrasaría servicios y tours por la necesidad de verificar pagos o explicar el cobro en plena operación.

En Tulum, donde ya existe una percepción de tarifas elevadas, el malestar es evidente.
“Fue un año difícil, lleno de sargazo. Esto puede sepultar a Tulum”, resumió un prestador de servicios dentro del Parque del Jaguar.

PIDEN NO CONVERTIRLOS EN RECAUDADORES

Empresas turísticas comenzaron a circular una carta formal donde expresan su rechazo a asumir la recaudación del VISITAX.

En ella, advierten que convertir a negocios turísticos en recaudadores generaría confusión, fricciones y mala percepción del destino.

Se añadiría carga operativa que no corresponde a su giro, restando personal y tiempo a la atención del visitante.

Existe historial de fraudes y páginas falsas relacionadas con VISITAX, por lo que asumir ese cobro podría exponerlos a problemas de responsabilidad y confianza.

Insisten en que la recaudación debe ser clara, transparente y gestionada exclusivamente por la autoridad, sin intermediarios obligados.

“Cualquier mecanismo de cobro debe ser seguro y directo. No podemos asumir responsabilidades que no nos corresponden”, expresa el documento.

El nuevo impuesto se suma a otros ajustes recientes. En 2023, el impuesto al hospedaje se incrementó del 3% al 5%.

Para 2026, la tarifa de acceso para extranjeros a la zona arqueológica de Tulum pasará de aproximadamente 100 a 210 pesos, un aumento de más del 100%.

Operadores advierten que esta acumulación de costos puede hacer más difícil vender Quintana Roo en mercados internacionales, especialmente cuando la carga fiscal cambia año con año.

Aunque la propuesta sigue en discusión, agencias reportan que turistas que planean viajes para 2026 preguntan si habrá cargos sorpresa en cada establecimiento, cómo se comprobará el pago y qué pasa si un negocio exige un recibo que el visitante no entiende o no tiene a la mano.

AFECTACIÓN DIRECTA A QUIENES VIVEN DEL TURISMO

Para los turisteros, el impacto no recaerá solo en el turista.
“Si bajan las visitas, bajan nuestros ingresos, nuestras temporadas y hasta los empleos. No es solo un impuesto: es toda la cadena”, señaló un operador de tours en la Riviera Maya.

La iniciativa continuará analizándose en el Congreso del Estado como parte de la Ley de Ingresos 2026. Mientras tanto, el sector turístico insiste en un punto: no quieren convertirse en recaudadores de impuestos que, consideran, deben ser administrados directamente por la autoridad estatal. ( Agencia SIM )