El 18 de febrero de 2025 colapsó una presa de relaves en una mina de cobre operada por Sino‑Metals Leach Zambia en el norte de Zambia. La falla liberó cerca de 50 millones de litros de residuos altamente tóxicos — ácidos, sólidos disueltos y metales pesados — hacia un afluente, que desemboca en el Río Kafue, vital para millones de personas.

Las consecuencias fueron catastróficas: muerte masiva de peces y animales acuáticos, destrucción de ecosistemas, pérdida de cultivos aledaños, contaminación del suelo y amenazas al agua potable.

Comunidades enteras quedaron sin acceso a agua potable, la agricultura se vio gravemente afectada y se declaró un impacto ambiental y social de largo plazo.

Este caso evidencia los riesgos ambientales que implican ciertas prácticas mineras si no se controla

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