Después de un ciclo marcado por la incertidumbre electoral, la cautela inversora y una macro que dejó rentabilidades mínimas, las consultoras de búsqueda ejecutiva coinciden en algo: 2026 debería ser un año de mayor dinamismo, con más rotación, más decisiones de contratación y un mapa sectorial que vuelve a diferenciar ganadores y perdedores. El cambio de clima poselectoral, la expectativa de reformas y un horizonte sin comicios aparecen como los principales impulsores.
“Este año vimos una afectación clara de la actividad, muy atada al ciclo económico”, explica Joaquín Lisazo, socio de Spencer Stuart Argentina. El frenazo preelectoral dejó entre dos y tres meses de paralización: búsquedas en standby, contratos demorados y propuestas sin firma. Pero el giro fue inmediato. “Se votó el domin

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