El síndrome del comprador compulsivo se manifiesta como una necesidad incontrolable de adquirir bienes, a menudo sin necesidad real. Según la psicóloga Laura Güemes, entrevistada por EFE Salud , este comportamiento surge de un deseo de aliviar emociones negativas como ansiedad o tristeza. Sin embargo, el alivio que proporciona es temporal y puede dar paso a sentimientos de culpa.

Para que este fenómeno se desarrolle y crezca inconmensurablemente, por un lado, está la presión social: “Vemos a todo el mundo comprando y sentimos que ‘si no aprovecho, pierdo algo’; aunque también influye la publicidad agresiva de estos días, así como la sensación de urgencia (‘solo hoy’, ‘últimas unidades’), que activan el miedo a perder la oportunidad. Además, en estas fechas solemos estar más emocionale

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