Lo que debía ser una celebración deportiva terminó opacado por los incidentes en la final Sub-13 entre Atlético Nacional y Estudiantil, disputada en la tradicional cancha Marte de Medellín.

El encuentro, que atraía a familias y aficionados del fútbol formativo, se vio interrumpido por una grave confrontación que dejó en evidencia la falta de control y el mal ejemplo que algunos adultos transmiten a los menores.

El partido avanzaba con intensidad propia de una final, cuando una jugada polémica generó reclamos de uno de los equipos. Ese punto de quiebre provocó un ambiente tenso que se fue extendiendo tanto entre los jugadores como entre los acompañantes ubicados a un costado del campo.

En pocos segundos, las discusiones escalaron y el partido se convirtió en un escenario de empujones, gr

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