En Piura, Perú, uno de los ejemplares marinos menos comunes en el mundo, el tiburón boquiancho, también conocido como tiburón de boca ancha o megaboca, encalló después de morir en una situación desconocida.

Para la comunidad científica el hallazgo parecía un hito, ya que el boquiancho suele habitar en hasta profundidades de mil metros y desde su descubrimiento en 1983 solo se han observado alrededor de 300 especímenes. Un ejemplar en estas circunstancias era casi único.

Sin embargo, cuando las autoridades arribaron, descubrieron que los locales lo habían fileteado para su consumo y venta, dejando un ejemplar con poco o nulo valor científico. Además, advirtieron que el consumo de un pez en estado de descomposición presenta un grave riesgo sanitario.

El fotógrafo Moisés Prieto, autor de l

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