La procesión de la Virgen de la Medalla Milagrosa avanza en este momento desde el cerrito del Cundí, donde cientos de fieles se han reunido para acompañar la imagen en su recorrido hacia la parroquia San José.

El cerrito, convertido desde hace décadas en un santuario levantado por la comunidad, está lleno de devotos que caminan con velas, flores y oraciones, mientras se escuchan cantos y plegarias durante el descenso.

A lo largo del camino, habitantes del barrio El Cundí han salido a las puertas de sus casas y balcones para unirse a la jornada, que cada año reúne a familias completas, jóvenes y personas que acuden movidas por la fe y el agradecimiento.

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La imagen continúa su paso por las calles rumbo a la

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