El joven de 23 años que estaba prófugo por el asalto a una panadería en Miramar se entregó e inmediatamente los investigadores lo dejaron detenido por ser uno de los presuntos asesinos del trabajador rural otamendino, Alberto Costa.

El inesperado giro en la causa que trabaja el fiscal Ramiro Anchou sucedió cuando Matías Luna (23) se presentó junto a su hermana con heridas de perdigones en el rostro. Y eso lo conectó directamente con el homicidio de Costa (75), ocurrido el domingo en un campo de Camino Iraizoz San Vicente, a cuatro kilómetros de la Ruta Provincial 88 en dirección a Otamendi.

La escena del crimen en el campo reconstruyó un tiroteo, con Costa recibiendo al menos cinco impactos de bala pero también usando su escopeta. Debido a que había manchas de sangre a una distancia imp

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