A veces los subgéneros literarios tienen exigencias de límite de palabras que condicionan aquello que se quiere contar. Son los casos, por ejemplo, de los sonetos y de los haikues. Ambos pertenecen al campo de la poesía. También ocurre con los textos narrativos. Desde hace ocho ediciones, Comfama y el Metro de Medellín, con la asesoría de la fundación Plagio, de Chile, incentivan la escritura de cuentos breves. Lo hacen con la convocatoria y realización de Medellín en 100 palabras, un certamen literario que hace que sus participantes empleen esa cantidad de palabras para hablar de la vida en la capital de Antioquia.

Siga leyendo: ¿Envejeció el reguetón? El trap es la música de los jóvenes de Medellín

En 2025, el concurso recibió 12.274 cuentos, provenientes de los municipios del Valle

See Full Page