Empezó con una campaña presidencial que negó el terrorismo de Estado, siguió con la visita oculta que diputados del nuevo oficialismo libertario hicieron a represores presos en Ezeiza y se profundizó con la designación como ministro de Defensa de un militar en actividad cuyo padre está acusado de cometer crímenes de lesa humanidad . Ahora, un nuevo grupo que niega los crímenes de los genocidas anunció una marcha que busca provocar e insultar algunos de los símbolos más emblemáticos de la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia: los pañuelos blancos y la P laza de Mayo. Mientras la política se muestra lenta para reaccionar, los organismos de derechos humanos toman de nuevo la iniciativa y salen a la calle con la consigna de resistir a 50 años del comienzo de la úl

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