Depositar dinero en el banco suele parecer una tarea simple, rápida y sin contratiempos: llegas a la ventanilla, entregas el efectivo y continúas con tus pendientes. Sin embargo, la situación puede cambiar cuando la suma es considerable, sobre todo si se trata de varios miles de dólares en efectivo. En ese caso, no se trata de que el banco quiera complicarte el día, sino de que debe acatar normas federales diseñadas para evitar fraudes y otros delitos financieros en Estados Unidos. Esa supervisión adicional puede parecer exagerada, pero es parte del procedimiento. Lo mejor es conservar la tranquilidad; si todo es legítimo, no hay motivo para preocuparse.
Con el tiempo, quienes manejan cantidades relativamente altas de efectivo suelen sorprenderse cuando su banco les hace preguntas o cuand

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