Ciudad de México.— La discusión sobre la nueva Ley General de Aguas dejó de ser un tema técnico para convertirse en una disputa de fondo: ¿quién decide realmente sobre el agua en México?, ¿el Estado, los mercados o las comunidades que han vivido históricamente del territorio?

Desde la conferencia matutina de ayer, la presidenta Claudia Sheinbaum y el titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Efraín Morales, defendieron el paquete de reformas que expide una nueva Ley General de Aguas —reglamentaria del artículo 4 constitucional— y modifica la Ley de Aguas Nacionales —reglamentaria del artículo 27— con el argumento de “devolver el agua a la Nación” y frenar el acaparamiento.

Al mismo tiempo, productores, organizaciones rurales y colectivos en defensa del agua advierten que el r

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