El número de víctimas mortales por el espectacular incendio del complejo residencial de rascacielos Wang Fuk Court, en el distrito hongkonés de Tai Po, asciende a 128, mientras los desaparecidos superan los 200. Mientras continúan las labores de rescate, la Comisión Independiente contra la Corrupción del país investiga ya el suceso. En concreto, este viernes se han producido las detenciones de dos directores de la empresa de arquitectura a cargo de la renovación de los edificios, y son cinco ya los detenidos por la tragedia. Además, la constructora hongkonesa Prestige Construction & Engineering, responsable de las obras de rehabilitación integral, también está siendo investigada.
Según el último parte facilitado por el Cuerpo de Bomberos y Salvamento (FSD), se habían certificado 128 decesos, entre ellos un efectivo del propio servicio y 89 cadáveres aún están sin identificar. Además, 79 personas han requerido atención médica, once de ellas bomberos. Durante las primeras horas del viernes, tercer día de las operaciones, no se localizó a ningún superviviente y cientos de residentes continúan en paradero desconocido.

Los detenidos este viernes se tratan de dos ejecutivos de Will Power Architects, que actuó como consultora para el proyecto de renovación de las ocho torres que conforman Wang Fuk Court, según fuentes cercanas a la investigación citadas por el diario hongkonés South China Morning Post. Uno de los detenidos fue llevado este viernes bajo custodia a las oficinas de la compañía, donde las autoridades efectuaron un registro, indicaron las mismas fuentes.
La cifra de personas bajo arresto por su presunta responsabilidad en el incendio se elevan así a cinco tras las primeras producidas de tres directivos de Prestige Construction, la encargada de las obras, que fueron detenidos por presunto homicidio imprudente y siguen declarando ante la policía.
El jueves las autoridades detuvieron a tres altos directivos de la constructora Prestige Construction & Engineering, responsable de las obras de rehabilitación: los administradores Hau Wa-kin y Ho Kin-yip, y el apoderado Steve Wong Chung-kee, todos acusados de homicidio imprudente grave. Dicha firma acumula un historial de sanciones por incumplimientos graves en materia de seguridad laboral, de acuerdo a la investigación. Sin embargo, el Gobierno de Hong Kong informó que esta empresa mantiene once contratos activos en edificios privados, ya inspeccionados por el Departamento de Edificios, y anunció la suspensión cautelar de cualquier relación contractual con la empresa.

En concreto, y según documentos del Departamento de Trabajo citados por el diario hongkonés South China Morning Post y recogidos por EFE, la compañía fue condenada en noviembre de 2023 por dos infracciones laborales en una obra en el distrito de Mid-Levels, con multas de 3.000 y 4.000 dólares hongkoneses por falta de supervisión en andamios y accesos seguros. Asimismo, en agosto de 2023, el Consejo Disciplinario de Contratistas Registrados la inhabilitó durante cuatro meses para ejecutar obras menores y le impuso sanciones por deficiencias similares en los proyectos de Ning Yeung Terrace y Parkway Court.
Pese a estos antecedentes, el informe técnico elaborado por la consultora Will Power Architects Company, encargada de evaluar a los licitantes, certificó en 2023 que Prestige no presentaba antecedentes penales ni litigios pendientes y le otorgó la máxima calificación (B), lo que facilitó su contratación. La corporación de propietarios había designado en 2021 a esta empresa como asesora del proyecto, aunque ese mismo año un grupo de vecinos intentó destituir a la directiva por presuntos procesos opacos de contratación, según publicaciones en redes sociales y medios locales.
Por ello, y de forma paralela, la Comisión Independiente contra la Corrupción ha creado un equipo especial para investigar posibles irregularidades en la adjudicación del contrato, licitado en 2023 por valor de 330 millones de dólares hongkoneses (42 millones de dólares estadounidenses, 36,5 millones de euros) y ganado por Prestige entre 57 empresas concurrentes. Además, el jefe del Ejecutivo, John Lee, ordenó revisiones urgentes en todos los conjuntos de vivienda pública que se encuentren en obras de rehabilitación mayor.

El Departamento de Trabajo reconoció este viernes haber realizado 16 inspecciones en la obra desde julio de 2024, con tres procedimientos sancionadores en curso, y haber emitido una advertencia específica el 20 de noviembre, nueve días antes del incendio, en la que exigía reforzar las medidas contra incendios por el uso de materiales combustibles en fachadas.
Se emplearon planchas de alta inflamabilidad en los huecos de los ascensores
El fuego se inició el pasado miércoles en la torre 8 del conjunto residencial, formado por ocho bloques de 31 plantas construidos en 1984 y habitados por unas 4.600 personas, el 42% de ellos mayores de 65 años. Wang Fuk Court se hallaba en la segunda fase de un proyecto de renovación integral en tres etapas cuya conclusión estaba programada para junio de 2026.
En una rueda de prensa celebrada el viernes, el subdirector del FSD, Derek Armstrong Chan, explicó que se han completado registros exhaustivos bloque por bloque y que se prevé concluir durante el viernes la inspección de la totalidad de los apartamentos. “Emplearemos la fuerza si fuera necesario para acceder a todas las viviendas de los siete bloques y confirmar que no quedan más víctimas”, aseguró.

Según los informes periciales preliminares, las llamas se extendieron en pocos minutos a otros seis edificios debido al empleo de planchas de poliestireno expandido de alta inflamabilidad instaladas en los huecos de los ascensores y a redes de malla exterior sin resistencia al fuego. Las autoridades indicaron que el fuego, iniciado la tarde del miércoles, se encuentra ya “bajo control”.
No funcionaron las alarmas antiincendios
Según recoge la BBC , en una rueda de prensa el departamento de bomberos ha detallado que el incendio se originó en el nivel inferior y luego se propagó a los niveles superiores. En su punto máximo, la temperatura del incendio alcanzó los 500 grados, motivo por el que el fuego se reavivó en algunos lugares después de ser extinguido y por el que, una vez apagado algunas secciones permanecen a temperaturas superiores a 200 grados.
Además, han confirmado que el servicio de bomberos revisó las alarmas contra incendios en los ocho bloques y descubrió que no funcionaban eficazmente.
Se trata de la mayor tragedia de este tipo desde el fuego que arrasó un almacén de celuloide en 1948 con un saldo de 176 muertos.

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