Reconoce el secretario de Hacienda, Edgar Amador, que el pueblo –- se entiende que tanto el sabio como el no sabio– tiene desconfianza en el sistema financiero.

O sea, bancos comerciales, sociedades financieras populares, cajas de ahorro y hasta casas de bolsa.

Afirma que menos de un tercio de la población cuenta con ahorro en una institución financiera y sólo cuatro de cada 10 personas reportan realizar pagos o envíos de dinero por transferencias.

Para algunos segmentos de la población, el acceso a productos como un crédito de vivienda, una cuenta de ahorro para retiro o un seguro sigue siendo limitado.

Lo anterior obliga a suponer que la mayoría de la población prefiere guardar su dinero bajo el colchón, en lugar de confiarlo a un banco, y que las “tandas” que se organizan en los cen

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