Una noche del 28 de noviembre del 2000, el destino tiró las cartas en favor de la Argentina y Boca escribió un episodio histórico: se consagró campeón de la Copa Intercontinental al vencer 2 a 1 al Real Madrid en el Estadio Nacional de Tokio.

Siete días antes de la gesta soñada, Boca arribó a Tokio para aclimatarse al intenso invierno que se vivía por entonces en Japón. Con un plan estratégico de Carlos Bianchi , el Xeneize fue orquestando lo que sería una hazaña histórica para el fútbol argentino.

La estrategia de Carlos Bianchi en la previa de la gran final entre Boca y Real Madrid

De la calurosa Buenos Aires al crudo frío de la gran ciudad, acostumbrarse al clima y al ritmo de Japón fue la intención del cuerpo técnico y los colaboradores de Bianchi para que Boca

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