Los colores verdes y rojos son el clásico a la hora de adornar el árbol de Navidad o la casa durante diciembre. Sin embargo, las tendencias cambian y afecta también a los tonos habituales. Con la llegada de las fiestas, se imponen otras opciones, más refinadas y simples, con tonos neutros, dorados suaves y elementos de madera clara o blanco puro.

Los materiales naturales se llevan el centro de la escena: madera, lino, cerámica y fibras vegetales protagonizan la decoración. Guirnaldas de eucalipto, ramas secas, velas blancas y bolas transparentes reemplazan los adornos plásticos tradicionales.

Los árboles minimalistas también se suman a esta tendencia: ahora se ven bases en maceta o cesto tejido en lugar del típico pie metálico, y la decoración se mantiene liviana. Las combinaciones más b

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