A favor del friend-shoring de Estados Unidos , pero con el comercio con China intacto, el modelo económico que a casi dos años mostró la gestión Javier Milei tiene más de pragmatismo comercial que de alineamiento político. Mientras fortalece lazos financieros e ideológicos con Donald Trump , el intercambio con el país asiático permanece fluido y creciendo: pisa más que fuerte en importaciones. Un programa que reemplaza industria por servicios y que, hasta ahora, tiene más similitudes con el plan que intentó Mauricio Macri que con un esquema profundo libertario.

Dos noticias en la última semana dan cuenta, por separado, de este fenómeno . La compra de 150 colectivos chinos por parte de Metropol y el cierre de la planta de lavarropas de Whirlpool , que seguirá operand

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