Guadalajara, Jalisco

Dinastías en el deporte mexicano hay muchas y la lucha libre no es la excepción. Entre ellas, una ha marcado época: la de los enmascarados de plata. El Santo y el Hijo del Santo construyeron caminos propios para grabar sus nombres con letras de oro en la historia de los cuadriláteros.

Hoy, este último disputa sus combates de despedida como profesional a los 62 años. Aunque egresó de la carrera de Comunicación, dejó ese camino para cumplir su sueño y demostrar que, aun portando la misma máscara que su padre, podía dejar su propia huella en la lucha libre nacional e internacional.

En exclusiva para UDGTV Canal 44, Jorge Ernesto Guzmán Rodríguez —su nombre real— destacó que está satisfecho con el legado que deja a las nuevas generaciones del pancracio

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