En la ciudad de Donosti hay una docena de radares fijos (más uno móvil) que controlan las velocidades a las que circulan los conductores por la capital de Guipúzcoa. Tres de estos velocímetros se instalaron hace tan solo unas semanas, siguiendo la tónica habitual de otras grandes urbes de España, que continúan incrementando los sistemas de vigilancia en las vías urbanas, pero uno ha causado especial revuelo debido al alto número de infracciones que es capaz de captar.

Según los datos de las autoridades locales, los doce radares instalados a lo largo y ancho de la ciudad captaron casi 2.000 infracciones por exceder los límites de velocidad (1.994) en los seis primeros meses de 2025, todo ello enmarcado en una normativa que cada vez se inclina más hacia establecer los 30 km/h como máximo en

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