En la gélida Kaiserslautern, la España de Sonia Bermúdez se mostró más espesa que nunca ante una Alemania superior que no marcó gracias a las providenciales paradas de la guardameta Cata Coll. Las de Christian Wück, empujadas por un estadio volcado, presentaron rápido sus credenciales. A los dos minutos de juego ya avisaban con un primer disparo de Bühl muy templado. Acto seguido, se mostraba providencial Irene Paredes para cortar la intención de ataque de nuevo de la atacante del Bayern. Alemania buscaba contragolpes, giros rápidos y presión constante.

A los seis minutos llegaba el mayor susto cuando Anyomi se paseó por el centro del área pero no encontró ninguna compañera por muy poco. Alemania se hacía con el mando del partido y las de Bermúdez sufrían de lo lindo, demasiado precipitad

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