Después de media hora de música, justo después de cantar la inyección de alegría y energía que es “Levitating”, Dua Lipa anotó la alta vibración con el público y, por primera vez en la noche, se fundió con él. Con genuina calidez bajó a saludar y escuchar a sus fans, y, entre abrazos y selfies , les dejó memorias para el resto de sus vidas (y todo el estadio se alegró por ellos)... En la pandemia, con su Tiny Desk, esta mujer nos alegró un poco el rato en la oscuridad. Ayer, abrazando a sus fieles, demostró una vez más que esa luz funciona en doble vía: su público es su alimento espiritual.
Pensaría uno que, en la altura de Bogotá, la artista podría tomar aire más seguido, porque el nivel artístico que exigen sus conciertos es notablemente atlético . Pero, entre su juventud y

Semana Cultura

Atlanta Black Star Entertainment
OK Magazine
Bloomberg Law
Associated Press US News
KCBD Sports