El tiroteo de dos miembros de la Guardia Nacional por parte de un hombre armado identificado por las autoridades como un ciudadano afgano ha desatado un nivel de furia especialmente intenso en el presidente Trump y un nuevo impulso para intensificar sus políticas antiinmigratorias.

En una serie de declaraciones realizadas en los dos días transcurridos desde el tiroteo en una esquina de una calle de Washington, a pocas cuadras de la Casa Blanca, Trump ha presentado el ataque como exactamente lo que había advertido y ha dejado claro que tenía la intención de usarlo para perseguir una versión aún más maximalista de su agenda.

En publicaciones en las redes sociales cerca de la medianoche del Día de Acción de Gracias, prometió “pausar permanentemente la migración de todos los países del Terce

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