El PP compite con Vox por demostrar quién hace la oposición más dura a Sánchez e intenta cooptar a los “votantes” de Abascal para el domingo, mientras azuza a la patronal catalana para que empuje a Junts, incluso a ERC, a apoyarle en una censura
Feijóo dice ahora que no quiere llegar a la Presidencia con una moción de censura tras pedir ayuda a los empresarios catalanes para lograr el apoyo de Junts
Siete manifestaciones en dos años y Pedro Sánchez sigue en la Moncloa. Es el bagaje de la estrategia de acoso y derribo puesta en marcha por el PP tras el fiasco de la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo. El líder de la oposición dibuja en cada una de sus intervenciones un país que roza lo postapocalíptico, donde nada funciona y la gente pasa hambre y penurias. Todo, bajo un Gobierno corrupto y en minoría parlamentaria. Pese al relato, no se atreve a una moción de censura y se conforma con una protesta más en su competencia con Vox.
La pugna de las derechas por capitalizar las movilizaciones callejeras contra el Gobierno comenzó junto con la legislatura. Incluso antes de su propio fracaso parlamentario. Feijóo convocó una concentración previa a su investidura en la que asumió ante los suyos que iba a perder la votación del Congreso. Ya entonces el grueso de las intervenciones se centraron en atacar a Sánchez y la ley de amnistía que iba a pactar con Junts para recabar sus apoyos. Isabel Díaz Ayuso dijo que “de ninguna manera” iban a permitir la aprobación de una ley que lleva años en vigor y ha supuesto la amnistía de decenas de personas entre manifestantes, instigadores del 1-O y policías que iban a ser juzgados por su actuación en aquella jornada de 2017.
Luego llegaron otras concentraciones. En Plaza de España, en la Puerta de Alcalá, algunas promovidas por el PP, y otras por supuestos movimientos sociales controlados en realidad por las derechas.
La del domingo será en el madrileño Templo de Debod, donde el PP ya se concentró hace ahora un año, en aquel “noviembre nacional” promovido por la ultraderecha para intentar acabar con el Gobierno de coalición y que supuso muchas jornadas de disturbios violentos en la sede del PSOE, en la calle de Ferraz. Ya entonces se advirtió de que esa localización se sitúa a unos centenares de metros de la sede del PSOE. Y es donde volverá el PP para su séptima concentración.
Una protesta que podría producirse bajo la lluvia y con bajas temperaturas, y para la que la dirección nacional ha reclamado la ayuda de sus barones autonómicos. Fuentes regionales del PP han confirmado a elDiario.es que se fletarán autobuses para quien quiera apuntarse.
La protesta será “sin siglas”, según prometió Feijóo el jueves cuando la anunció. Una concentración “abierta”, pero en la que participarán dirigentes o personas directamente relacionadas con el PP. Han confirmado su presencia José María Aznar y Mariano Rajoy.
La competición con Vox se ha mantenido estos dos años. Los de Santiago Abascal han convocado sus propias protestas, y también han secundado las supuestamente apartidistas. Pero el principal apoyo del PP ha reiterado un creciente rechazo a la estrategia de Feijóo.
Tellado “invita a los votantes de Vox”
En el último año, las encuestas han señalado un estancamiento del PP y un auge de Vox. La primera prueba real será el 21 de diciembre en Extremadura. Según el CIS, María Guardiola repetirá el resultado de 2023, mientras Vox duplicará sus apoyos. El enfrentamiento entre ambos partidos, obligados a entenderse para hacerse con el poder, escaló este viernes. La portavoz parlamentaria de Vox, Pepa Millán, lamentó que el PP “convoque manifestaciones los domingos, pero entre semana se sienta con el PSOE a pactar y a charlar como si aquí no pasara nada”.
“Nosotros no vamos a participar en esa tomadura de pelo”, dijo, para recordar que la semana que viene Feijóo participa en un acto conjunto con el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García. “¿A qué estamos jugando?”, se cuestionó la portavoz precisamente desde Cáceres.
La respuesta llegó desde Burgos, donde el PP reúne este fin de semana a los alcaldes de las principales ciudades que gobierna. El secretario general, Miguel Tellado, arremetió contra “los dirigentes de Vox” a los que pidió “no equivocarse de rival”.
“Desde el PP dedicamos todo nuestro tiempo y esfuerzo a hacerle oposición a Pedro Sánchez y a su Gobierno de delincuencia”, dijo. “La del domingo es una concentración de demócratas que quieren blindar la democracia de España”, añadió. “Y si los dirigentes de Vox se equivocan, nosotros le decimos a los votantes de Vox que están invitados”, zanjó. La apelación al votante de Vox no es nueva: en el PP no son capaces de controlar la sangría de voto que todas las encuestas detectan desde hace un año, y cuyo destino es precisamente el partido de Abascal.
¿La respuesta de Vox? Convocar a través de su organización juvenil otra concentración el mismo día, una hora más tarde, frente a la sede del PSOE.
El PP pide ayuda de los empresarios catalanes con Junts
Desde Vox se acusa al PP de connivencia con el PSOE y el Gobierno, y se pone como ejemplo la negativa de Feijóo a presentar una moción de censura contra Pedro Sánchez. Abascal ya ha fracasado dos veces en las suyas, para las cuales no recabó un solo apoyo ajeno. Y exige al líder del PP que siga sus pasos.
Pero Feijóo no quiere sumar un segundo fiasco parlamentario. Aún le pesa la fallida investidura de 2023. Su primer gran fracaso político le llegó tarde y cuando menos lo esperaba. La metamorfosis del líder del PP desde su llegada a Madrid no le ha servido para alcanzar el poder, al menos de momento, y solo se lanzará cuando tenga los votos necesarios atados.
El líder del PP ya intentó atraer a Junts y al PNV en el verano de 2023. Según se supo después, Feijóo estudió la amnistía para Carles Puigdemont, pero la descartó y vio en los indultos una alternativa para convencerle. El jefe de Junts dijo que ‘no’. A los nacionalistas vascos les ofreció un ministerio, según reveló el hoy líder del EBB, Aitor Esteban, quien en una entrevista con elDiario.es ha señalado que “con Vox de por medio ni siquiera íbamos a entrar a negociar”.
Luego lo ha vuelto a intentar otras veces. A veces, con flores. Casi siempre a palos. La última vez, el pasado mes de mayo. Feijóo recibió los ‘noes’ de Junts y de ERC, a quienes interpeló tras la entrada en prisión del ex secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán.
Cerdán ya está en la calle, y su hueco en Soto del Real lo han ocupado José Luis Ábalos y Koldo García. En el PP sostienen que el círculo está cada vez más cerrado alrededor de Sánchez, y no descartan que acabe también siendo él mismo investigado en alguno de los muchos procesos judiciales abiertos contra el entorno y el partido del líder socialista.
Este jueves, tras el ingreso en prisión de Ábalos, Feijóo compareció ante los medios. Preguntado por la moción de censura, dijo: “Cuando tenga que decir algo, no se preocupe que se lo diré. Esta es mi posición en el día de hoy”.
Una respuesta un tanto ambigua incluso para Feijóo. Muy ajustada al presente. Las dos frases podrían haber pasado inadvertidas si al día siguiente, en Barcelona y ante la plana mayor de la patronal catalana, el líder del PP no les hubiera pedido directamente su ayuda para armar una mayoría que le permita echar a Sánchez.
En un acto de Foment, la patronal que lidera el exdiputado de CiU Josep Sánchez Llibre, Feijóo reclamó la implicación de los empresarios catalanes para echar a Pedro Sánchez de la Moncloa. “Yo estoy convencido de que en esta sala que hay muchas personas que han votado a Junts”, dijo. “No sé si hay muchas o pocas que han votado Esquerra”, añadió. “A todas estas personas, es decir, a ustedes, les quiero hablar de una forma muy clara. A mí no me faltan ganas para presentar una moción de censura. Me faltan votos para presentar una moción de censura que tenga un único compromiso, convocar elecciones generales y que todos los ciudadanos de España puedan decidir qué Gobierno quieren en las urnas”, planteó.

ElDiario.es Politica

Noticias de España
Hoy Aragón Zaragoza
La Crónica de Badajoz
El Periódico Extremadura
Newsweek Video