La dirigente conservadora, de orígenes humildes y musulmanes, aspira a la alcaldía de la capital tras su polémico paso por el Ministerio de Cultura y verse salpicada por el escándalo del Louvre
“La ciudad estará limpia y tranquila conmigo”. Entra la música de película de acción y se observa a Rachida Dati, ministra de Cultura, polémica figura de la derecha gaullista francesa , ataviada con un chubasquero amarillo, como el que usan los basureros de París. Dati, antigua ministra del expresidente Nicolas Sarkozy, hoy sepultado por casos de corrupción y en libertad provisional tras su paso por la cárcel, ayuda a vaciar un cubo y da un brinco para subirse a una de las traseras del camión de la basura, que se pone en marcha para recorrer la noche parisina. La política, envuelta en innumer

El País Cultura

Perfil Internacional
Raw Story
AlterNet