Crece la lista de exmandatarios que van copando la prisión presidencial.

Una tertulia de cuatro exmandatarios con sabor a lentejas y desvergüenza.

Por: Toto de la

Torre Ugarte

El sol cenital de Lima caía implacable sobre el patio de Barbadillo, iluminando a los cuatro expresidentes reunidos en su club más exclusivo y más infame. Ollanta pulía un azulejo que ya brillaba, Martín revisaba notas como si aún estuviese en Palacio, Pedro observaba en silencio, tal vez preguntándose si el pollo está vivo o muerto, y Alejandro gesticulaba como cuando iba al Brisas del Titicaca.

La conversación, inevitablemente, comenzó con la comida.

—El rancho de hoy

—dijo ‘Lagarto’— es una afrenta nutricional. Ni la OMS lo aprobaría.

—Madre mía, falta orden en la cocina —sentenció Ollanta—. Disciplina

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