"Creo que todos aquí queremos que la guerra termine mañana", afirma Anatoli Repsh , un exobrero de la construcción convertido en sargento jefe de batallón, desde las posiciones en la región de Járkov, en el este de Ucrania.

Repsh, que regresó de Polonia para alistarse en el ejército defensor apenas comenzada la invasión, combate junto a cientos de soldados cerca de Kupiansk , uno de los principales focos del frente, donde rechazan a diario los asaltos rusos. No oculta el profundo agotamiento que se ha instalado tras casi cuatro años de combates y de vivir "Las cosas están muy complicadas porque los drones rusos que atacan nuestras líneas de suministro no paran de aumentar", explica por videollamada al término de una jornada larga y peligrosa.

En algunos tramos de las carreteras se

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