Polonia intenta convivir con la certeza incómoda de que l a guerra ya no está solo al otro lado de la frontera , sino que se ha instalado en su territorio en forma de explosiones selectivas, drones que cruzan el cielo, incendios sospechosos, ciberataques, campañas de odio en redes y un goteo de operaciones encubiertas que no buscan destruir infraestructuras, sino algo más profundo, crear la sensación de que ningún espacio es seguro.
y los últimos episodios han elevado la alarma a niveles no vistos desde 2022. El detonante volvió a ser una vía férrea. Hace unos días, una explosión dañó un tramo de la línea que une Varsovia con Lublin, pieza clave para los transportes militares hacia Ucrania . La detonación no produjo víctimas gracias a que el maquinista detectó a tiempo la deformación

LA RAZÓN Internacional

The Conversation
The Spectator
The Atlantic
NHL