El pugilista estadounidense de ascendencia mexicana cumplió con su promesa y despachó al duro Anthony Yarde con una contundencia que no dejó lugar a dudas.

El nocaut técnico en el séptimo round no solo le valió la victoria, sino que envió un mensaje claro a la élite de las 175 libras.

Desde el primer campanazo, Benavídez impuso un ritmo frenético y una presión constante que Yarde no pudo sostener. El árbitro detuvo la pelea cuando el castigo ya era excesivo, preservando la salud del retador británico.

El resultado deja a Yarde con un récord de 27-4 (24 KO) y otra derrota en la élite, tras las sufridas frente a Sergey Kovalev y Artur Beterbiev. El británico vio frenada su racha de cuatro victorias consecutivas.

Para Benavidez, la noche confirmó su dominio en el peso semipesado. El “Band

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