Donald Trump confirmó que conversó por teléfono con el líder venezolano, Nicolás Maduro, el 21 de noviembre, aunque evitó dar detalles: "No diría que fue bien o mal, fue una llamada telefónica", dijo. Ni la Casa Blanca ni el Gobierno venezolano han comentado públicamente el contenido de este inusual intercambio, facilitado –según las filtraciones– por Brasil, Qatar y Turquía. Caracas habría pedido una segunda llamada después de que Trump declarara el espacio aéreo venezolano "cerrado en su totalidad", pero Washington no respondió.

Mientras algunos interpretan la filtración de un supuesto ultimátum a Maduro como una señal de endurecimiento, analistas y fuentes dentro de Venezuela se muestran escépticos. "Maduro y la mayoría de su círculo ven las amenazas militares de EE UU como un 'bluff

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