Cuando, dentro de varios años, se repase la historia de la Subida a Tamaimo , lo más seguro es que la edición de sus bodas de oro ocupe un capítulo aparte. El número redondo, los 130 inscritos o la coincidencia entre la Copa de España de Montaña, el Campeonato de Canarias y el de Tenerife ya bastarían para hacerla inolvidable. Pero lo que de verdad quedará grabado es que, por primera vez, un alcalde de Santiago del Teide se calzó el mono , se ajustó el casco y pisó el acelerador a bordo de un Peugeot 208 Rally4 para vivir desde dentro aquello que miles de tinerfeños han venerado durante medio siglo.

La Subida a Tamaimo fue el escenario donde Emilio Navarro , más acostumbrado a movers e entre presupuestos, plenos y gestiones , se metió de lleno en un mundo muy distinto, el

See Full Page