España exporta más de 8.000 millones en productos procedentes del cerco, con el foco puesto en China y Francia a los que se suma la creciente presencia en Corea del Sur
Sin peligro para las personas pero sí en la economía y con posible origen en un bocadillo: claves de la peste porcina
El sector primario se está acostumbrando a tener que lidiar con problemas sanitarios. En solo unos meses, primero la lengua azul que ha golpeado al ganado; después, la gripe aviar que ha confinado a las aves y disparado el precio de los huevos; y, ahora, la peste porcina, una enfermedad que no se recordaba en España desde hace casi 30 años y que pone en jaque un sector que está volcado en la exportación: el porcino.
En los últimos días, la detección de varios jabalíes muertos por peste porcina africana en la zona de Cerdanyola del Vallès, en Barcelona, ha llevado al Govern catalán a pedir al Ejecutivo español la movilización del equipo especializado en control cinegético de la Unidad Militar de Emergencias (UME) con el objetivo de intentar controlar la evolución de esta enfermedad, mortal para los animales que se contagien. En total, se han desplegado más de un centenar de efectivos y 25 vehículos.
Esta situación ha provocado una “preocupación máxima”, en la industria, según explican fuentes del sector porcino. “Está claro que hay que tomar todas las medidas posibles, porque nos jugamos mucho”, imploran. “No solo es el impacto económico por lo que pueda pasar, es el frenazo a las exportaciones que puede suponer si esto va a más y el golpe a nuestra imagen”, añaden.
La preocupación por las enfermedades la ha destacado la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO en sus siglas en inglés), que acaba de asegurar que las enfermedades transfronterizas son una de las “amenazas más urgentes para la seguridad alimentaria y la estabilidad económica mundial”. Y pone números. “Las pérdidas anuales” en el caso de la producción de ganado “oscilan entre 48.000 y 330.000 millones de dólares [entre 41.000 y 260.000 millones de euros al cambio actual]; y la acuicultura experimenta pérdidas anuales adicionales de 10.000 millones de dólares”, añade la FAO. Es decir, en este último caso, más de 8.500 millones de euros.
De momento, el impacto a las exportaciones españolas de porcino es limitado. Se va a seguir comercializando con otros países de la UE y, con China, el principal mercado exterior, porque no ha cerrado por completo las fronteras, solo al área de producción de Barcelona. Ese mismo acuerdo de regionalización (en función de dónde estén los focos) se mantiene con otros mercados, como Reino Unido o Corea. Este fin de semana, el propio Ministerio de Agricultura trató de minimizar el impacto, recalcando que la peste porcina africana es una enfermedad extendida, que ya está presente en otros 13 países de la UE y que, además, no supone un problema para la salud humana, como contamos en este tema.
“Un mensaje, por supuesto, de tranquilidad a los ciudadanos en relación con el consumo de la carne, productos frescos y productos derivados del porcino, y, al mismo tiempo, de prudencia e implicación para evitar que, evidentemente, esto se extienda a las granjas de producción”, recalcó este lunes el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas. Sin embargo, si el brote va a más, la escalada de la limitación de las exportaciones también puede ampliarse, de ahí las medidas de control. “España es el primer productor de carne de porcino de la UE y tercero del mundo, y exporta anualmente [porcino] por valor de 8.800 millones de euros, de los que casi el 60% (5.100 millones) tienen por destino la UE”, justifica Agricultura, “con la que, en las circunstancias actuales, se puede mantener el comercio sin restricciones, salvo de la zona acotada”, de Barcelona.
Un sector que mira a China, Francia y Corea
Si se ven los datos que publica el Ministerio, España es el primer productor de carne de porcino de la UE desde el año 2014, cuando superó a Alemania. En total, al cierre del pasado año, las explotaciones españolas centradas en la producción de cerdo (más de 44.000) sumaron más de 34,5 millones de cabezas, mientras Alemania no llegó a 22 millones. En tercer y cuarto lugar, prácticamente, empatados, se sitúan Dinamarca y Francia, con más de 11 millones.
Además, Francia es uno de los principales destinos del comercio español de porcino. La Organización Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca (Interporc) –en la que están los principales operadores del sector– explica que, entre enero y agosto de este año, las exportaciones del sector porcino español se han incrementado en volumen (han crecido un 1,7%) y se han mantenido en valor, respecto al mismo periodo del año anterior. En concreto, se han exportado más de 1,8 millones de toneladas en ocho meses y se han superado los 5.771 millones de euros. Esas cifras se ven en el siguiente gráfico.
En el siguiente se ve cómo han crecido las exportaciones en volumen, especialmente a un mercado en pleno crecimiento como Corea del Sur. Ese país, de momento, no ha puesto en cuarentena las compras a los productores españoles.
Sin embargo, en valor, esas ventas internacionales están estancadas, en parte, por el repunte de precios que se vivió en años anteriores, como consecuencia de la subida de las materias primas.
En el caso de China, en los ocho primeros meses del año –los últimos datos disponibles– las exportaciones se incrementaron tanto en volumen (2,3%), como en valor (3,9%) respecto al mismo periodo del año anterior.
¿Y qué exportamos? Según desglosa esta organización interprofesional, el 93% de todo el producto exportado es carne, a los que se suman vísceras y otros productos frescos o congelados. En conjunto, esas categorías representan casi el 80% de los ingresos que aportan las ventas internacionales ligadas al cerdo. Sin embargo, los elaborados de porcino –donde estaría el chorizo o el fuet, por ejemplo– solo representaron el 7,6% del volumen, pero llegan a suponer más del 20% de las exportaciones en valor.
Además, hay una alta concentración geográfica, que coincide con la zona donde se han detectado los focos. En concreto, seis comunidades autónomas suponen más del 95% de las exportaciones en volumen y casi el mismo porcentaje en valor. De ellas, Catalunya supone más del 50% de todo el porcino que se vende fuera de España. Le sigue en volumen Aragón (27%). A mucha distancia quedan Castilla-La Mancha y Murcia, que se quedan cerca del 5% y Andalucía, 4%, como se ve en el siguiente gráfico.
¿Qué pasa con el jamón? Ahí, aunque haya preocupación, la alta concentración de ventas dentro de la UE, limita el posible golpe de la peste porcina. Por ejemplo, Francia concentra el 20% del total de las ventas de jamones y paletas de cerdo. Otro 15% va a Alemania y más de un 13%, a Portugal. El primer país no comunitario al que exportamos jamón es Estados Unidos, donde va casi un 4,5% del total, algo más de 2.000 toneladas entre enero y agosto de este año. Si se mide en euros, la venta de jamón y paleta, en conjunto, supuso más de 546 millones en esos ocho meses y, de ellos, más de 112 millones de euros correspondieron a ventas al mercado francés.
Y respecto al consumo, los datos de Agricultura reflejan que, entre enero y julio de este año, cada persona ha consumido en España, de media, 10,5 kilogramos de productos transformados del cerdo; y otros 9,67 kg de productos frescos.

ElDiario.es Economía

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