Liderado por un estadounidense con entrenamiento militar y que vive en San Petersburgo, el grupo neonazi se mueve principalmente en redes sociales, donde además de difundir su propaganda busca reclutar nuevos miembros entre los más jóvenes con el objetivo de crear nuevas células terroristas

La extrema derecha trata de colarse en las mentes de los jóvenes: ¿qué hacemos ahora?

El grupo terrorista neonazi 'The Base' ya está en España. La confirmación de su presencia ha llegado después de que la Policía Nacional haya desarticulado una célula preparada para cometer atentados en la provincia de Castellón con tres detenciones, en la llamada 'operación Cascadia'. Uno de los arrestados ya se encuentra en prisión preventiva. Sin embargo, sus actividades en la Unión Europea se remontan al año 2019, cuando comenzaron a planificar ataques terroristas a nivel internacional.

Fundado en julio de 2018 por el estadounidense Rinaldo Nazzaro, de 51 años, 'The Base' tiene presencia al menos en Estados Unidos, Australia, Sudáfrica, la UE y Ucrania. Aunque en sus imágenes propagandísticas sus miembros aparecen con vestimentas paramilitares e incluso con apariencia 'preparacionista', su ideología bebe de las corrientes neonazis, las teorías de la conspiración antisemitas y la 'cultura de asedio' nazi que engloba ideas supremacistas blancas, anti-LGTB y antisistema.

Sus integrantes, que las agencias de inteligencia estiman en torno a al menos un centenar de personas, están convencidos de que la 'raza blanca' está amenazada por la inmigración, los matrimonios interraciales o la reducción progresiva de las tasas de natalidad occidentales. Asimismo, consideran la diversidad, en todas sus formas, como una amenaza existencial, por lo que están dispuestos a promover un 'etnoestado' blanco en el que no tengan cabida divergencias étnicas, sexuales o religiosas.

Además, en el caso de este grupo neonazi, se apuesta por el aceleracionismo como estrategia política violenta para tratar de alcanzar el poder. Este concepto filosófico, que tiene adeptos tanto a la izquierda como a la derecha del espectro político, se basa en el reconocimiento de que la sociedad moderna, liberal y capitalista presenta una serie de defectos inherentes que serían precisamente la causa de su desaparición, que sería inevitable y estaría en aceleración.

Sergio Gracia, del medio académico especializado en extrema derecha Cinved, considera que la llamada 'operación Cascadia' demuestra “el aterrizaje en España del aceleracionismo”, al que destaca por su “visión apocalíptica del mundo”. Además, reclama estar “en alerta” frente a otros grupos o sucursales de extrema derecha que aparecieron tras la pandemia en países como Canadá, Reino Unido, Nueva Zelanda o EEUU: “Creo que estamos ante la punta del iceberg”.

Los aceleracionistas creen que pueden y deben acelerar el colapso de la civilización capitalista y liberal. Una pulsión política que, en el caso de los aceleracionistas de extrema derecha, se condensa en una serie de tácticas y estrategias diseñadas para añadir presión y exacerbar las divisiones sociales latentes, en muchos casos a través de la violencia, con el objetivo de acelerar este colapso de la sociedad actual.

Con un funcionamiento y organización descentralizados, el grupo neonazi 'The Base' promueve la creación de pequeñas células terroristas o el adoctrinamiento de lobos solitarios a nivel internacional con un sistema similar al desarrollado por el grupo yihadista Al Qaeda [que en árabe significa precisamente 'la base'], según explica en una conversación con elDiario.es el profesor de la Liverpool Hope University Matthew Feldman.

“Su principal objetivo es derrocar los gobiernos estatales mediante una guerra racial”, señala Feldman, “una forma de avanzar en la creación de un etnoestado blanco” en el que no tendrían cabida personas que no sean blancas o de otras religiones y que también buscan deshacerse de izquierdistas o de personas LGTBI. En definitiva, se trata del establecimiento de un “nuevo orden revolucionario” nazi.

Sobre su líder y fundador, Rinaldo Nazzaro, el profesor Feldman destaca que dirige el grupo desde la ciudad rusa de San Petersburgo a la que se mudó en algún momento de 2019. Pese a la gran especulación que hay alrededor de su figura, la BBC sitúa a Nazzaro en Rusia ya en marzo de 2019 vistiendo una camiseta negra con la imagen de Vladímir Putin y el mensaje 'Rusia, poder absoluto'. Además, la televisión pública británica detalló que, junto a su esposa, compró una vivienda en el centro de San Petersburgo en 2018 a nombre de ella, de nacionalidad rusa.

Feldman señala que el líder de 'The Base' tiene “algún entrenamiento militar” de Estados Unidos y que, antes de trasladarse a Rusia, fue empleado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EEUU y después estableció una empresa llamada Omega Solutions dedicada al sector de la seguridad y la inteligencia. Además, el profesor británico apunta que, aunque no está clara la relación de Nazzaro con las autoridades estatales rusas, estas “deben tener algún tipo de conocimiento sobre su actividad”.

'The Base' es “el primer grupo de extrema derecha incluido como organización terrorista” en la lista elaborada por la Unión Europea desde julio de 2024, destaca Feldman. Aunque recuerda que también está considerado como un grupo terrorista en Canadá, Reino Unido, Sudáfrica, Australia o Nueva Zelanda, no cree que sea declarado como tal en EEUU “en un futuro próximo”. El académico explica que, aunque la legislación sí se ha utilizado en este país para declarar como terroristas a organizaciones izquierdistas con presencia en Estados Unidos, como ocurrió recientemente con el caso de 'Antifa', no cree que esta designación se produzca “en los próximos tiempos”.

Propaganda y reclutamiento en redes sociales

Matthew Feldman, que es uno de los mayores expertos en Europa en organizaciones de extrema derecha, destaca como principal área de actividad propagandística de este grupo las redes sociales, especialmente el servicio de mensajería instantánea Telegram. “Se comunican principalmente a través de redes sociales, a veces utilizan redes encriptadas y en algunas ocasiones la dark web”, explica Feldman, que critica el poco “control” que este tipo de aplicaciones mantienen sobre los grupos privados y los mensajes extremistas.

Laura Méndez, especialista en radicalización y terrorismo, explica a elDiario.es que el reclutamiento en línea es “central, ya sea para la extrema derecha en general o para los aceleracionistas en particular” por la propia realidad del extremismo y del terrorismo, que hoy en día es “una realidad digitalizada, descentralizada y global”. “En general, se produce en canales o comunidades donde se difunden narrativas antisistema”, detalla Méndez, que apunta que en el caso del aceleracionismo este se promueve en otros espacios menos públicos.

El aceleracionismo en el que se inscribe 'The Base' “se manifiesta en el entorno de la extrema derecha, pero también puede aparecer marginalmente en otros donde convergen diferentes líneas conspiracionistas”, añade la especialista, que considera que también puede accederse a esta ideología a través de relatos de sustitución, como el promovido por grupos de extrema derecha y que plantea la sustitución de la población blanca por etnias de otros orígenes, o de colapso del sistema.

Sobre el perfil de los radicalizados, Méndez explica que “los jóvenes tienden a experimentar una necesidad acusada de claridad y pertenencia” frente a la que el extremismo les ofrece “una salida atractiva, disfrazada de certezas”. Esta radicalización se produce de manera horizontal, “fruto del entorno digital”, y en “micro-comunidades” en las que cualquiera puede actuar como agente radicalizador. “Lo peligroso del aceleracionismo es que ni siquiera requiere jóvenes muy politizados, es una ideología simple y emocional con un gran potencial de atracción simplemente por su carácter antisistema”, agrega.

Además, preguntada por las similitudes entre grupos terroristas yihadistas y aceleracionistas, la especialista apunta que en ambas ideologías hay “una concepción de violencia sistemática para generar un cambio profundo”. “Cada una con su propia visión sectaria, pero el método es el mismo: la violencia; y los procesos de radicalización muy similares, ninguno necesita una conexión orgánica con estructuras más grandes o influyentes para existir o expandirse, solo habilidad para llegar a las audiencias que les interesa”.