Hay recetas que se reinventan solas, como si estuvieran esperando un pequeño giro para volverse inolvidables. Eso mismo pasó con las clásicas papas fundidas, un plato francés que, sin querer, terminó inspirando una versión dulce que hoy se roba todas las miradas: las manzanas caramelizadas fundidas.

En vez de papas, acá entran en escena las manzanas, que se prestan de maravilla para este método de cocción lento, suave y ultra aromático. El resultado es una mezcla perfecta entre un postre elegante y un clásico de casa: manzanas tiernas por dentro, doraditas por fuera y con un aroma dulce que te abraza.

La técnica original se aplicaba a diferentes verduras, pero, claro, más de uno se habrá preguntado alguna vez: "¿y si hago esto con fruta?". Las manzanas, que ya de por sí se lucen en cualq

See Full Page