«Su lectura me pareció deslumbrante y le llamé a Los Ángeles para hablar con y comunicarle que quería publicar su novela. Todavía estaba contándoselo cuando me interrumpió y me dijo con sosiego: Todo lo que me comenta me parece interesantísimo, pero ¿le importaría llamarme mañana? Aquí son las dos de la madrugada».
, editor de Destino, da profundidad al mito y relata la secuencia de aquel primer contacto que mantuvo con el autor de «La sombra del viento»: «Al día siguiente me relató que era un proyecto ambicioso y amplio que estaba formado por cuatro libros y que el primero todavía tenía que releerlo porque necesitaba rematarlo de manera conveniente. Cuando al final de ese espacio de tiempo me lo entregó, aún era mejor que el manuscrito que había leído».
Rosales concreta su fenómeno

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