El Matadero Municipal de Neuquén cerró sus puertas luego de que el administrador del establecimiento confirmara que el viernes se realizó la última faena . La decisión afecta a pequeños productores de la región, que utilizan el lugar como único espacio habilitado para certificar la producción porcina destinada a su comercialización.

Hasta el cierre, el espacio recibía animales provenientes de criadores de Centenario, Plottier, Senillosa y Colonia Nueva Esperanza. El funcionamiento se sostenía mediante un acuerdo establecido tras la licitación desierta de la concesión, en el que el administrador original continuaba al frente del predio con acompañamiento de distintas áreas municipales vinculadas al suministro de insumos y a los controles bromatológicos y veterinarios.

Uno de los prod

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