Existen hábitos hogareños que, aunque parezcan inofensivos, pueden traer serios problemas de salud. Uno de ellos está relacionado con la forma en que se guardan los quesos blandos o tipo crema en la heladera una vez que están abiertos. La costumbre más difundida es dejar la lámina de aluminio que trae el envase original como tapa protectora, pero esto no es lo correcto desde el punto de vista de la seguridad alimentaria.
“La tapa de aluminio de los quesos se tiene que sacar” , asegura de manera categórica Mario Sánchez, técnico en alimentos, que apunta a razones microbiológicas, de higiene y de buena conservación.
La función que cumple originalmente la tapa de aluminio es la de sellar y proteger el alimento herméticamente desde la fábrica hasta el momento en que se abre en cada casa. U

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