En muchos hogares, el aire acondicionado es un aliado clave durante todo el verano. Pero con el uso constante, las rejillas de ventilación acumulan polvo, grasa y hongos invisibles que afectan directamente la calidad del aire interior. Y lo más preocupante: muchas personas no lo limpian nunca.

Qué pasa si no las limpiás

Ese polvo recircula cada vez que prendes el equipo, lo que puede generar molestias respiratorias, olores desagradables y un funcionamiento más forzado del sistema. Por eso, limpiar las rejillas no es solo una cuestión estética :

El equipo rinde menos y consume más. La acumulación de suciedad obstruye la salida del aire .

Se acumulan ácaros, hongos y bacterias. La falta de limpieza , puede provocar alergias, tos o irritaciones.

El aire pierde frescura

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