La anomalía institucional que condujo a la dimisión de Carlos Mazón como 'president' de la Generalitat hace unas semanas se ha extendido incluso a la ceremonia de la sucesión, que en esta ocasión va a prescindir del habitual carácter festivo . No se producirá el paseíllo desde las Corts hasta el Palau de la Generalitat, ni tampoco habrá una recepción institucional para los invitados en la plaza de Manises de la capital. Se entiende que la sociedad valenciana, al menos en su dimensión política, está para las justas exhibiciones de alegría.
En esta ocasión, la puesta en escena para inaugurar el mandato de Juan Francisco Pérez Llorca será más modesta. El acto de toma de posesión, convocado a las doce del mediodía, arrancará con un minuto de silencio por el fallecimiento este pasado f

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