El piurano Germán Juárez Atoche es un fiscal discreto, pero efectivo. Los fines de semana almuerza con su familia en un pequeño restaurante del distrito de Magdalena, cuya dueña es su paisana de Catacaos. Suele sentarse al fondo para que no lo reconozcan.

La semana pasada, Juárez saltó a la palestra informativa con justificada razón: logró que el Cuarto Juzgado Colegiado de la Corte Superior Nacional condenara al expresidente Martín Vizcarra a 14 años de prisión efectiva, por recibir coimas de dos empresas constructoras, Obrainsa e ICCGSA, cuando era gobernador de Moquegua.

Desde el año 2019, el magistrado hizo un trabajo silencioso, sin nada de show, contrariamente a lo que hacen sus colegas Rafael Vela y José Domingo Pérez. Logró construir un caso sólido, con abundantes pruebas y t

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